El casco urbano de Linares de Mora está declarado Conjunto Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural, y se encuentra ubicado en una franja rocosa sobre el valle que une sus dos ríos y rodeado de montañas, ofreciendo al visitante numerosas y diferentes panorámicas, todas ellas de gran belleza.
La ladera sobre la que se asienta la población está coronada por el castillo, actualmente de propiedad privada y en estado ruinoso. La primera noticia sobre el mismo es su donación en 1202 al obispado de Zaragoza por Pedro II. Las ruinas que hoy se conservan proceden de la reforma que en 1222 realizó el obispo Sancho de Ahones. Su planta es irregular, ya que se adapta al terreno, en el extremo más afilado hay un cubo cilíndrico, mientras que la torre principal se asoma al precipicio más escarpado.
A sus pies y en forma de “L” se asienta la población, protegida por un recinto fortificado, del que se conservan varios lienzos de muralla, además de tres portales; el Portal Alto, el Bajo o de la fuente, y el Portalico. Destacando sobre el resto, se encuentra la Iglesia de la Inmaculada, de estilo barroco (1795) y la torre campanario, curiosamente separada del templo, al haberse realizado con anterioridad a esta.
Merece la pena recorrer tranquilamente sus calles, para descubir sus bonitos rincones y algunos de sus edificios más destacados, la mayor parte de ellos ubicados en la calle Temprado, en los que se puede apreciar la labor de madera y hierro, con grandes vigas de madera para aleros y balconadas, y con bastantes rejerías y herrajes en las puertas. En general, las viviendas suelen ser de tres o más plantas, están abiertas a dos calles, presentando fachada y puerta principal a la calle inferior, y puerta secundaria en la superior. Esto da lugar a una permanente disimetría en las calles, con un lateral con fachadas de gran altura, en las que se concentran los principales vanos y elementos decorativos, y otro de escasa altura y gran sobriedad. La mayor parte de los edificios civiles privados son de mampostería y muestran la fachada enlucida y encalada, aunque recientemente se ha comenzado a dejar al descubierto la piedra, modificando la estética original.
Algunas construcciones públicas de interés son las dos fuentes sitas junto al Portal de abajo, una de ellas con abrevadero, y la otra inserta en el interior del lavadero. Ambas datan de 1713 según la inscripción.
En los alrededores del conjunto urbano encontramos varias ermitas (Santa Ana, El Loreto y Santa Bárbara), y el calvario, situado en el acceso a la ermita de Santa Ana, y que conserva la práctica totalidad de los pilones, sencillos y de tamaño mediano-pequeño, de sillería y rematados por una cruz.
Por último no podemos dejar sin mencionar el puente medieval situado sobre el río Linares, junto a la ermita del Loreto. Se trata de uno de los puentes más antiguos de la provincia y el único de Aragón que corresponde, según los arqueólogos, a la época califal (sobre el siglo X). Actualmente se está estudiando más sobre el origen y la importancia de este puente y también del castillo.